Ya no escribo en mi cuaderno, comenzare de nuevo esta tarea nada fácil, pero si muy alentadora. Me gusta mucho leer; tengo un sin fin de autores impresos en mi mente. Admiro a esos brillantes de la literatura, algunos con su premio nobel y me hubiese gustado ser uno de ellos. Pero no por los premios, sino por lo grande de sus obras. Solo me sentiría satisfecha, si después de estar sentada frente a esta computadora, alguien se interesara en lo que escribo. Creo en el amor, estoy convencida de que hay que escudriñar hasta encontrarlo. Casi siempre nos trazamos metas materiales; pero las espirituales que son las más importantes, se las dejamos al destino. El amor es una energía traviesa, que esta en el universo, moviéndose de un lado a otro buscando acomodo. Hay tantas historias de amor, como estrellas en el firmamento – . Unas más intensas que otras; somos tan adictos a esas historias, que las leemos en los libros, las vivimos en las novelas de la tele, en películas del cine y hasta en las canciones que escuchamos cuando estamos despechados. Por el tan cuestionado amor, todos hemos cometido alguna una locura.
Les voy a contar la historia
De una mujer de avanzada edad, que va por la vida buscando el amor y cree que tiene derecho a ser feliz -. Una tarde se encontraba Belén chateando en su Messenger Hotmail; cuando Pilar, una de sus mejores amigas, le escribió y entre otras cosas, le comento, que se iba la siguiente semana para Europa y la invitó a hacer el viaje con ella. Belén se sorprendió, porque en ese momento no estaba pensando en viajes, y mucho menos, tenía el dinero disponible para hacerlo. En ese preciso instante, le escribió en el chat su hijo mayor y a Belen se le ocurrió comentarle la propuesta de su amiga. Quedo sorprendida cuando él respondió lo siguiente: dile a Pilar que si la vas a acompañar mami, yo te regalo el pasaje. Belen le escribió a Pilar aceptando la invitación y le comento que Omar le iba a regalar el pasaje. Está bien respondió: yo me voy primero y te espero en Madrid.
Pilar: había llegado una semana antes y la iba a esperar en la plaza España de Madrid. Al llegar al aeropuerto de Barajas, Belén tomo un taxi y le pidió al conductor que hiciera un recorrido por la ciudad, para recordar antiguos tiempos y que luego la llevara a plaza España. Era tarde, había oscurecido-. Belén pago treinta euros, que fue lo que marco el taxímetro, y se dirigió hacia a la plaza -. Caminó un largo rato y luego se sentó en un banco. Pasaron dos horas y Pilar no llegaba; mientras tanto, Belén pasaba el tiempo viendo las flores, los monumentos y las parejas de enamorados-. Todo le parecía muy romántico e imaginaba. Si ella que había pasado la vida buscando el amor y ya entrando en la menopausia, podría ser protagonista de una de esas historias. Despertó del sueño, cuando escucho la voz de Pilar a lo lejos Belennnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn ; guardo el sueño dentro de su corazón y corrió emocionada a encontrarse con Pilar. Después del caluroso encuentro; Belén aló la maleta de rueditas y se montó el morral en la espalda-. El piso donde se estaba hospedando Pilar, quedaba dos cuadras hacia arriba de la plaza -. Antes de llegar, Pilar propuso tomar unas cervezas con sus correspondientes tapas (nombre que le dan en España a los pasa palos). Entraron en una pequeña tasca que quedaba cerca del edificio donde se encontraba el piso. Conversaron un largo rato, de los pormenores del viaje. Terminada la tertulia, decidieron subir al piso ya que Belén, se sentía cansada por lo del cambio de horario. La cerradura de la puerta, estaba oxidada, pero con un poco de esfuerzo y un empujoncito, Pilar la abrió, entraron e hicieron un breve recorrido para mostrarle a Belen, donde estaba el baño para que tomara una ducha y la habitación para que descansara, porque al día siguiente, tendrían que partir hacia Barcelona-. .Se levantaron muy temprano, recogieron sus pertenencias y se dirigieron a la estación de Atocha. Salieron a las cuatro de la tarde, en un tren que se llama ave, que quiere decir alta velocidad- Fue un excelente viaje, con hermosos paisaje. Llegaron a la estación Sants como a las siete y media de la noche. No habían reservado hotel. Se dirigieron a la Rambla con sus morrales al hombro y sus maletas de ruedita, comenzaron a buscar alojamiento, y no encontraban -. A Pilar se le ocurrió llamar a un amigo de su hija, que se llama Emiliano, que estaba estudiando arte, y vivía en un piso cerca de la zona-. El la atendió con mucho cariño y le dio la dirección de su casa para que lo visitara; por casualidad, el se encontraba ahí en ese momento, y el piso quedaba al voltear la esquina. Al llegar Emiliano las estaba esperando en la puerta del edificio. Se dieron los correspondientes besos en cada lado de las mejillas, y las invitó a subir-. El piso era, de esos antiguos que se encuentran en el centro de Barcelona-. Estaba dividido en varias áreas destinadas para alquilar a estudiantes; el disponía de la habitación mas grande y les permitió quedarse, por esa noche, para que al día siguiente buscaran con calma dónde hospedarse-. La habitación no era nada confortable, pero para una noche, no estuvo mal. Al día siguiente, se despidieron de Emiliano, le dieron las gracias por su hospitalidad y salieron a recorrer la rambla para buscar hospedaje. Estaban fascinadas con tanta belleza-. Barcelona había entrado muy profundo en el corazón de Belén, que sentía una energía que le alborotaba el alma. Tomaron desayuno en un pintoresco restaurante; un bocadillo con queso manchego y jamón serrano y una taza grande de café cada una-. . Todos los hoteles estaban full; por fin en una callecita de piedra, consiguieron una habitación en un hostal-. Tenía dos camitas individuales, su mesita de noche, todo estaba pulcro-. Dejaron sus cosas, y salieron a conocer la ciudad. Tomaron el metro y se fueron a la Sagrada Familia, la famosa obra inconclusa de Gaudí -.Ahí pasaron toda la mañana, comentaron el arte de la gótica iglesia y luego se fueron a caminar al Park Wells; un parque inmenso que hay en Barcelona -. Recorrieron calles y avenidas y llegaron a la famosa Plaza Cataluña donde convergen todos los turistas. Ahí se toman los autobuses hacia distintos lugares, e incluso para el aeropuerto. Regresaron al hostal, descansaron un rato y salieron porque ya era la hora del almuerzo- Cerca había una tasca, se pararon en la puerta para ver el menú y el mesonero las invitó a entrar-. Había una mesa cerca de un florido jardín, se sentaron en las sillas de madera envejecida, pidieron la carta y se decidieron por paella y de beber vino-. El almuerzo estuvo muy rico, como postre no podía faltar, la exquisita natilla catalana-. Hicieron la sobre mesa, pagaron la cuenta y se dirigieron al malecón donde se encuentra la estatua de Cristóbal Colón -. Belén solo pensaba en lo lindo que sería compartir todo lo que estaba viviendo, con un hermoso genero del sexo opuesto, y tenía nostalgia, porque Pilar se marcharía al día siguiente para Alemania, a la casa de una prima y ella se quedaría tres días sola, en la mágica ciudad, para luego ir a Sevilla a visitar a un amigo. Pero también pensaba: que, cuando se encontrara sola, buscaría un plan y seguro la iba a pasar muy bien. El avión con destino a Studgar salió a las nueve de la mañana. Belén se despidió de Pilar con lágrimas en los ojos, y prometió alcanzarla en unos días. Y ahora la cruda realidad de Belén: sola en un país extraño-. Tomó el autobús de regreso, se bajo en plaza Cataluña y se sentó en un banco. Desde ahí se divisaban el Corte Inglés y Zara; había mucha gente pasando de un lado a otro. Belén observaba todo lo que estaba a su alrededor; de repente, se paro y comenzó a caminar hacia el malecón. A lo lejos, se veían los barcos y veleros, parecía un sueño, comenzaron a salir lágrimas de sus ojos y en un soliloquio decía: que hago aquí sola, cual es la señal, esto parece un tablero de ajedrez, hacia donde muevo las piezas, estoy embotada. Pasó largas horas contemplando el panorama, hasta que decidió ir a un locutorio para chatear con su familia. Ahí estuvo un largo rato; de repente sintió hambre, cerró la sesión, tomó su morral y comenzó a caminar por la rambla. Los menús de los restaurantes, estaban paraditos en la calle para llamar la atención; se detuvo a ver uno de ellos; y estaba entretenida repasando el menú, sin saber por cual plato decidirse, cuando escuchó una voz con un acento que no llegó a definir , que le dijo: buenas tardes, por favor pase a delante. Belén quiso huir, pero la amabilidad del joven, la hizo cambiar de opinión y pasó y se sentó. Cuando Belen le dio las gracias al mesonero, este le pregunto ¿usted es venezolana verdad? si contestó Belén con una sonrisa en los labios ¿como lo sabes? Estuve en Venezuela, en una ciudad que se llama Barquisimeto; allá vive una novia que yo tenía, terminamos hace seis meses. Fui a visitarla el año pasado y me gustó mucho su país, me encantan las arepas y cachapas (platos típicos venezolanos) yo soy de Guayaquil: mi nombre es Luis; estoy de vacaciones aquí en Barcelona, casa de un tío y me voy dentro de unos días para mi país-. Hace tres meses que llegue y me puse a trabajar porque me fastidiaba; como mi papá es italiano, tengo pasaporte europeo, y me contratan sin problema- Después de relatar su breve presentación; le pregunto ¿qué va a comer? – puedo sugerirle el plato del día, que está muy bueno. Está bien contesto ella para complacerlo y él hizo una segunda pregunta ¿está sola? Si contesto Belén con voz melancólica y le contó, que en tres días se iba para Sevilla, Málaga y por último a Alemania ¿cuál es su nombre? Me llamo Belen respondió con una sonrisa y lo miro con picardía ¿qué planes tiene? porque yo puedo guiarla a donde usted quiera, ya que me conozco bien la ciudad y como tomar las líneas de autobús y metro; tengo boletos, por que los compré para un mes, estoy a su orden; yo salgo a las cinco, de verdad no tenga pena, pase por aquí y nos vamos a donde usted quiera. Belén se le quedó mirando fijamente a los ojos y no salía de su asombro-. Era un chico muy joven, tenía mechitas en el cabello y un zarcillo de oro, pero a ella, no le causó asombro porque todos los jóvenes en Europa lo llevan. ¡Debe tener la edad de mi hijo! Pensó: que puedo conversar con él, como para pasar tanto tiempo en su compañía y siguió comiendo su cordero con patatas que estaba exquisito; mientras que Luis atendía a otros comensales. Belén terminó de comer, pidió la cuenta y se despidió-. Se dirigió hacia el hotel para descansar un rato y ver un poco la tele. Llegó a la recepción, pidió las llaves, entro en la habitación y se lanzó en la cama. La cabeza le daba vueltas, no sabía qué hacer, si quedarse sola, o aceptar la invitación, del mesonero; pensando y pensando, se quedó rendida-. Cuando se despertó, eran casi las cinco de la tarde, entro al baño, se retocó el maquillaje y salió corriendo, apuradísima antes de que Luis se marchara. Cuando llego al restaurante, lo encontró parado en la puerta. La miró con cara de alegría y a la vez de asombro y le dijo: como está señora ¿me espera un momento que voy a cuadrar unas cuentas? Perfecto contesto ella con displicencia, te espero en el locutorio que está en la esquina. Belen estaba entretenida chateando, cuando sintió una palmadita en el hombro, volteo y era Luis -. Estaba muy bien vestido, toda su ropa era de marca, lentes D & G , y olía a esencia de madera; parecía un modelo de revista: blanco, alto y con ojos amarillos tirando a verde. Tomó una silla, se sentó al lado de ella y le preguntó que con quien estaba chateando. Ella le respondió sobradísima ahhh con varias personas ¡Qué bien! murmuró el, será que la ayudo a escribir, porque está un poco lenta. Belén soltó una carcajada y recordó que su hija menor le decía lo mismo y le dijo: a ver ¿que quieres hacer? Muy fácil yo escribo y usted me dice que quiere decirles. En ese preciso instante se conectó la hija de Belén y le dijo mamiiiiiiiiiiiiiiiiiiii y Luis preguntó¿ que le digo? y Belén contestó : dile hola como estás mi amor – y ahí comenzó la conversación- y Lorena escribió – mami estas escribiendo rapidísimo ¿ que le digo pregunto Luis ? y Belén bueno: dile que estoy practicando mucho. Nita acaba de iniciar sesión Luis le pregunta a Belén ¿quien es Nita? es una amiga que vive en Guayaquil ¡que bien es paisana! le voy a decir que soy un amigo tuyo. Hola me llamo Luis, soy de Guayaquil, amigo de Belén, ella es muy bella. Hola ¿cuál es tu apellido? cuando Luis le dijo su apellido, a Nita, esta puso una carita de asombro en la pantalla, porque Luis era de una familia adinerada. Vamos a dar una vuelta por la Rambla sugirió Belen y Luis se despidió de Nita y cerro sesión -. Salieron del locutorio hacia el malecón, no se podía caminar ni por las aceras; había mucha gente, entonces Luis le paso el brazo por los hombros a Belén y ella se lo quito, él le dijo que quería protegerla, ella muy avergonzada, le dio las gracias, entonces el le preguntó, que si le daba pena. Belén sonrió e hizo un gesto afirmativo con el rostro. Luis con una sonrisa en los labios, objeto lo siguiente: corazón estamos en Europa, esto no es América, aquí la gente vive sin tabúes, por eso es, que estamos como estamos ¿pena de quien? mira a tu alrededor: francesas con negros, lesbianas besándose, cada quien en su mundo, sin importarles el que dirán, ninguno de ellos está pendiente de nosotros. De nuevo Belén sonrió, siguieron caminando un largo rato y permitió que el la protegiera. Hubo un repentino silencio y Belen le pregunto que si estudiaba. Claro, estoy en cuarto año de ingeniería industrial; no me he graduado, todavía, porque estuve un año viviendo en Inglaterra, estudiando inglés. Pero fue muy bueno, porque conocí gran parte de Europa, también Kuwait, Grecia y Suecia, esta ultima porque tenía una novia sueca .Pero más me gustan las venezolanas, porque son muy lindas, siempre tienen las uñas arregladas, el pelo se lo secan con secador, además se depilaban y usaban de ropa interior hilo. Qué bien contestó Belén – así es que con esa respuesta, puedo sacar la conclusión de que a usted también le gustan los hilos, ¿Por qué eres tan curioso? ¿A dónde quieres llegar? no nada, era solo es una pregunta -. Belén se sintió acalorada y propuso tomar un helado -. Luis la tomo de la mano y le dijo al oído: estoy aquí para complacerla señora bella; a dos cuadras hay una heladería y comenzó a cantar la canción de Arjona señora de las cuatro décadas. A Belén le dio un ataque de risa ¿porque te ríes? ¿Canto mal? No para nada y siguieron caminado-. Los helados estaban deliciosos, Belén se decidió por uno de pistacho y el por uno de turrón – Luis la observaba cuidadosamente y comentó: comes muy bien helado- como es eso pregunto ella-, bueno, no chorreas y esta parejito por todos lados, eres una artista, jajá de nuevo ella soltó la carcajada. Se estaba haciendo de noche. Luis le preguntó que si le gustaba bailar, porque en Barcelona había discotecas latinas y ponían a Oscar de León. Bueno creo que me voy al hotel ya es tarde ¡cómo va a ser tarde! En Europa la rumba comienza a las dos de la mañana, no te vayas, estoy cansada y voy a ver un poco de tele, está bien vamos a ver tele contestó ¿tu quieres hacer el amor conmigo verdad? Yo no he dicho eso, no dijo Belén pero te pasó por la mente. Bueno no lo voy a negar, es usted muy sensual y con ese cuerpo, tendría que comprar una caja de preservativos porque uno no sería suficiente; estaría muerto, si no me pasara algo por la mente – Si pero tu eres un desconocido y el con astucia, tratando de romper el hielo dijo; por eso no, mucho gusto me llamo Luis ¿y ahora me conoce? Chao nos vemos mañana- ahhh, me está botando, que lastima, tengo todo mi tiempo para usted. Gracias, nos hablamos mañana -. Luis la acompañó hasta la puerta del hotel y en un descuido de Belén le dio un beso en la boca. Ella sintió un río de sensaciones extrañas y le dijo: hasta mañana. Bueno mañana vengo, quiero despedirla señora bella -.Belen entro a la habitación y se desplomó en la cama; sus ojos se llenaron de lagrimas, no encontraba respuesta al momento que estaba viviendo y descifrando la incertidumbre, se quedó dormida. Tuvo un lindo sueño: Soñó que se había entregado a los brazos de Luis y que el, no era de este mundo, si no un dios del olimpo, de esos de la mitología griega, que nunca envejecen ni mueren y andan por la tierra haciendo travesuras y que satisfizo todas sus fantasías. Sintió como el héroe de su película la acariciaba con ternura sin apuros, sin interrupciones, solos los dos en el espacio y que alcanzó las estrellas, la dicha eterna. Comenzó a sudar y con tanto calor, tuvo una sensación de ahogo y se despertó. Ya había amanecido se sentía muy feliz, e imploro al cielo que el sueño se hiciera realidad -. Estuvo largo rato suspirando, se levantó, se metió debajo de la ducha, sintió correr el agua fría por su ardiente cuerpo y no se apagaba el fuego. Se cubrió con la blanca toalla, luego se maquilló, se vistió y bajo al restaurante a desayunar. Comió como una reina, frutas, quesos, panes calientes, dulces y una taza de café con leche. Salió a la Rambla a caminar un rato y pensó si Luis estaría en su trabajo, para ir a saludarlo. Se fue al museo de cera y estaba impresionada con las figuras y con cada una de ellas, fue identificando tiempo, espacio entonces se detuvo frente a Cleopatra y Marco Antonio, los imagino reales, y conversó con ellos, y se animó a vivir su historia de amor.. Salió del museo y se fue a ver a Luis él estaba atendiendo a unos clientes y le dijo: salgo a las siete, ven, te espero. Vale, me voy al museo de arte contemporáneo. Está bien aquí la espero señora bella contestó el con picardía en los ojos. Belén estuvo toda la tarde en el museo, vio videos de escritores, pintores, y varias exposiciones, todo le pareció muy interesante, bien organizado. Eran las seis de la tarde, cuando salió del museo. Compro un boleto para una obra de teatro opera flamenco, camino otro rato, vio el reloj y faltaba un cuarto para las siete. Se dirigió al restaurante donde trabajaba Luis y este la estaba esperando parado en la puerta. Le dio un beso, y se fueron al malecón a dar un paseo en barco. Mañana me voy a Sevilla ahhhhhhh ¿a qué hora sale el avión? Temprano, y esta noche a las nueve voy a una obra de teatro- Bueno, daremos el paseo y luego mientras tú vas al teatro yo me tomo unas Birras ¿a qué hora termina la obra? Como a las once hermoso; listo, vamos a dar el paseo. Bajando por la Rambla le tomó la mano y le dijo: Eres una excelente compañía, me encantó conocerte. Me encantas porque eres una persona desinteresada- y como es eso preguntó ella, bueno: otra mujer viendo que soy mesonero, me hubiera sacado el cuerpo. Yo en mi país soy de una clase social económica alta, la gente, solo está viendo lo que tienes y no lo que vales como ser humano y eso es muy triste, hay mucho clasismo, muchos prejuicios, por eso me gusta Europa, porque me siento autentico, quise experimentar que se siente siendo mesonero y lo hice, lo disfruté, gane muchos euros, para comprar regalos a mis padres y a mis hermanos, conocí a todo tipo de gente y lo mas importante, te conocí a ti; pero como todo tiene su final, ya te vas y me quedaré con un vacío en mi alma. Te voy a dar mi correo y me das el tuyo, para que estemos en contacto, quizá algún día yo vaya de nuevo a tu país, o tú vayas al mío, y podamos vernos. Si dijo Belén con tristeza. Pasearon por el malecón, vieron las estrellas juntos y luego Belén se fue a su opera flamenco y le gusto mucho. Al terminar el espectáculo, Luis la estaba esperando en la puerta, como habían acordado. Al llegar la hora de la despedida, ya estando en el lobby del hotel Luis le tomó una foto y puso el lente automático y se tomó otra foto con ella; la acompañó hasta la habitación, se paró en el umbral de la puerta. Belén muy nerviosa, le pidió que se marchara y Luis, se perdió en la penumbra. En Sevilla, a Belén la estaba esperando, José Miguel, el hijo de una compañera de trabajo-. La fue a buscar al aeropuerto y le dio hospitalidad en su casa. El estaba muy ocupado con su trabajo. Le dio unas llaves de su piso, le explico cómo tomar el autobús y desplazarse de un lado a otro. Solo se veían por las noches, salían a dar vueltas y a tomar tragos.- Belén se adapto rápidamente y pronto se familiarizo con el río Guadalquivir. Era época de las famosas ferias de Sevilla, las sevillanas con sus vestidos deslumbraban el espectáculo y la bella ciudad con su estilo árabe, su arte y su historia, acompañaron a Belén en su estadía. Una tarde al salir de la feria, Belén se fue a un locutorio y al abrir su correo tenía un mail de Luis que decía lo siguiente: hola mi señora bella, espero haya llegado bien, si le soy sincero, la estoy extrañando, algo quedó inconcluso, me gustaría verla de nuevo, dentro de cuatro días salgo de vacaciones por cinco días, y luego regresar a Guayaquil-. No se que hacer para verla, espero me responda lo antes posible, un beso cuídese. Belén se sintió complacida y le respondió lo siguiente: hola querido Luisito , yo también te extraño pero de aquí me voy a Málaga, también a aventurar, ya que en esa ciudad, no conozco a nadie, pero me dicen que es muy linda y quiero aprovechar, para conocer Marbella y puerto Banús ; además, sabes que Pilar, me esta esperando en Alemania y tengo el tiempo contado, de todos modos voy a cuadrar porque me quedó pendiente conocer el museo de Dalí yo te escribo cuando esté en Málaga, un beso grande bebe-. Llegó el día de partir a Málaga- .Belen tenía que dejar a la deslumbrante Sevilla, José Miguel fue muy atento con ella; la acompañó a a la estación del tren, compraron el boleto, y se despidieron con un hasta luego. Al llegar a Málaga Belén se sintió muy sola. Tomo un taxi hasta el hotel que había reservado con anticipación. Subió a la habitación, tomo una ducha y bajo a dar un paseo. Caminó una cuadra a la derecha y vio un aviso de locutorio, entró y dijo: buenas noches, la chica que atendía contestó: buenas noches y las dos se quedaron mirando, y al mismo tiempo dijeron: tu eres venezolana, si contestaron las dos en una sola voz. La chica se levantó de la silla, le dio un abrazo a Belén y le dijo: bienvenida, mucho gusto mi nombre es Corina. Encantada, me llamo Belen, soy caraqueña y tú? Yo del Táchira, pero ya tengo cinco anos aquí. Lo poco que he visto de Málaga me parece hermoso comento Belen pero mañana – quiero ir a Marbella- buenísimo replico Corina si quieres yo te llevo, tengo un amigo que tiene coche; dime el nombre del hotel y te pasamos buscando temprano. Belén no salía de su asombro, pero acepto la invitación y le dijo a Corina: quiero mandar un correo y chatear un rato, y esta, señalando una computadora, le dijo: esa está disponible. Belén estaba pendiente de escribirle a Luis como habían acordado y le envió un correo donde le decía: hola Luisito ya estoy en Málaga, esto es precioso, quiero conocer la catedral y el museo de Picasso, Pilar me escribió y dice que no vaya todavía para Alemania , porque está en Viena y se va a quedar una semana. Mañana compro el pasaje y dentro de tres días me regreso a Barcelona. Me gustaría que me acompañaras al museo de Dalí. Besos Belén. Al día siguiente Belén se levantó muy temprano y esperó que llegara Corina. Se fueron a Marbella en un BMW que manejaba su amigo Antonio; un español casado dos veces con su esposa ecuatoriana y que estaba de nuevo en planes de divorcio- .Pasaron todo el día en Puerto Banús que es una mezcla de tiendas , restaurantes de lujo ,yates y coches de ensueño. Se tomaron fotos, almorzaron paella de mariscos y bebieron vino blanco. Al atardecer, cuando regresaron a Málaga, fueron a la Catedral, visitaron el museo de Picasso y pasaron frente a la casa de Antonio Banderas. Belen se quedo en el hotel para descansar un rato, ya que en la madrugada Corina la pasaría buscando para ir a una discoteca latina. Bajo a la recepción, se conecto en Internet para revisar sus correos y una inmensa alegría invadió su corazón: tenía un mail de Luis que le decía lo siguiente: querida señora bella, aquí la estaré esperando, pero solo con una condición: y es que, desde el mismo instante que llegue a Barcelona, no se separe de mi hasta que yo me vaya a Guayaquil, voy a poner todo de mi parte para hacerla feliz. Dígame donde nos vemos y ahí estaré, un beso Luis.
Regreso a Barcelona
La despedida con Corina fue muy triste, ella añoraba, a su Venezuela querida, la nostalgia la embargaba y deseaba regresar a su país. Ella es una mujer muy sensible; con tan solo treinta años, tuvo que abandonar la patria, para buscar nuevos horizontes. Le tomó mucho cariño a Belén y le sugirió que fuera a Barcelona a vivir lo que había dejado pendiente. Lagrimas corrieron por sus rostros, parecía que se conocían de toda la vida- Corina acompañó a Belén hasta la parada del autobús que iba hacia el aeropuerto. Se despidieron haciendo un pacto de amistad y prometieron volver a verse. Antes de salir de Málaga, Belén le respondió el correo a Luis y le decía lo siguiente hola mi niño, llego a Barcelona hoy a las cinco de la tarde, me voy a hospedar en el hotel tal, acepto tu propuesta, ahí te espero, un beso Belén. El avión aterrizó a las cinco de la tarde en el aeropuerto de Barcelona, Belén tomo un taxi hasta el hotel. Se registro y también registro a Luis. Entró en la habitación, puso el equipaje encima de la cama fue al baño se metió en la bañera blanca y comenzó a detallar su cuerpo; observó las huellas del tiempo. Parecía una sirena debajo del agua. Se quedó largo rato con la mente en blanco. Su corazón latía fuertemente, lagrimas brotaban de sus ojos. Dos golpecitos en la puerta la sacaron de su profunda nostalgia. Dio un salto, se salió de la bañera, tomó una toalla, se la puso alrededor del cuerpo y preguntó ¿quién es? Escucho la voz de Luis, soy yo señora bella. Belén abrió la puerta y se quedo paralizada, viendo la esbelta figura de Luis parada frente a ella; sus miradas intercambiaban energía cósmica – Luis rompiendo el hielo le dijo ¿puedo pasar? Belén se puso en puntillas para darle un beso y como por arte de magia, la blanca toalla se deslizó por su cuerpo y cayó en la alfombra. Luis la tomo entre sus brazos y con voz melódica le susurro al oído: eres hermosa me encanta tu cuerpo y con pasos lentos pero firmes, la llevo hasta el sofá que se encontraba situado debajo de la ventana de donde se divisaba el mar azul oscuro. Le dio un profundo beso y el sueño de Belén comenzó a ser real. Tal como lo había soñado aquella tarde que se que se había quedado dormida en el hotel así fue. Belén y Luis no se separaron hasta el día de la partida de ambos, ella iba para Alemania y el para Guayaquil-. Fueron cinco días intensos. La noche antes de la dolorosa partida; salieron a dar un paseo por la playa y se sentaron en la arena mirando hacia el firmamento pidiéndole a dios que no pasara ese momento. A las seis de la mañana, al salir el sol, se dirigieron al hotel. Luis entró al baño y cuando salió ya tenía el morral en los hombros, desde el umbral de la puerta le dijo a Belen: esta despedida no me gusta, eres lo máximo, porque será tan difícil la felicidad y concluyó, lo bello dura poco y se fue. Belén cerró los ojos y pensó: tienes razón pero todavía eres muy joven para comprenderlo. Belén se recostó un rato en la cama, tenía que ir para Alemania a encontrarse con Pilar, pero el vuelo salía por la tarde. Arregló sus cosas con calma; salió a tomar desayuno y de nuevo se dirigió hacia la playa, se sentó en la arena, en el mismo sitio donde se sentaban los dos todas las noches a contemplar el ir y venir de las olas y a pedirle a dios que detuviera el tiempo. Le dio las gracias a Barcelona y le prometió amarla por siempre. Al llegar la hora de la partida, tomo el autobús hacia Plaza Cataluña, dio un largo paseo por la Rambla y por último se dirigió al aeropuerto rumbo a Stuttgart. A Belén le encanto lo perfecto de Alemania, fue una semana muy familiar en la casa de la prima de Pilar una venezolana, casada con un alemán, tenían dos niñas preciosas. La casa era de dos plantas, con jardines sin rejas y un delicioso clima, muy parecido a la colonia Tovar de Venezuela -. Los días pasaron volando, Belén tenía que ir a Madrid para hacer la conexión a Lisboa y luego a Caracas. Cuando estaba llegando a Lisboa, desde el avión pensó (que bella te ves desde aquí) como me gustaría conocerte, pero ya será en otra oportunidad, en ese mismo instante sintió el tren de aterrizaje. Los pasajeros recogieron su equipaje de mano y los que iban a Caracas tenían que apurarse, porque el avión estaba esperando- Belén se detuvo un instante para comprar un perfume, se desvió de los demás pasajero, se metió por una puerta equivocada y cuando llego a la sala de arribo que le correspondía vio como el avión despegó, dejándola a ella y llevándose su equipaje. Le pareció, que era el personaje de una película pero no sabía cuál era el final. Se dirigió a las oficinas de air Portugal , expuso el caso y le dieron un boleto para el día siguiente pero tenía que irse hasta Oporto, y estar en el aeropuerto a las cinco de la mañana para hacer la conexión hacia Caracas..De nuevo se encontraba sola en un país extraño-. Lo primero que hizo, fue buscar un hotel donde pasar la noche. Eran las diez de la mañana. Paso seguido, tomo el metro, se fue a la Plaza Comercio y compro un boleto de un tours, que recorría la ciudad de Lisboa. Estaba fascinada con aquella ciudad tan bella, mucho arte, mucha historia: con su castillo san jorge, la torre de Belen, el elevador de santa justa; lugar de reyes y navegantes .Es una amalgama de colores, formas, luces y sombras. Al terminar el recorrido, el autobús la dejo de nuevo en Plaza Comercio. Le, dio un vistazo al río Tajo y se fue por esas calles a caminar. Paro en una pastelería, compro muchos dulcitos típicos, se comió un pan con salmón que estaba exquisito y se tomo una refrescante cerveza. Siguió caminando, de lejos vio un locutorio, se apresuró y entró para conectarse con su familia y contarles lo sucedido. Le envió un mail a su amiga Clara y le decía lo siguiente: hola amiga ¿como estas? no te había escrito antes; porque una serie de sucesos me han tenido tan entretenida, que no sé qué es lo que se trae el destino entre manos. La vida me carga loca, imagínate que esta mañana llegue a Portugal y me distraje en el aeropuerto y perdí el vuelo; casi me pongo a llorar. Por un instante pensé en la señal y lo único que me pasó por la mente fue: que Lisboa quería que la conociera; y en medio del desconcierto, me dispuse: primero llamar a mi hijo Omar para que no bajara al aeropuerto a buscarme y segundo buscar un hotel donde pasar la noche. Estoy consciente de que todo esto fue culpa mía. Ahora me encuentro en esta ciudad tan hermosa, jamás me imagine que fuera así. Le doy gracias a dios por lo que me sucedió y bueno a vivir lo que me toca, no hay otra. Mañana llego a Caracas a las cuatro de la tarde, estaremos en contacto un beso. Belen comenzó a leer los correos y tenía uno de Luis que le decía : hola corazón bello ya estoy en mi país, el viaje estuvo sin contra tiempos, aquí mi familia me esperó con comida típica, a mis hermanos le encantaron los regalos que me ayudaste a escoger y el plato que me trajiste de Málaga ya lo puse en la pared; cada vez que lo veo me acuerdo de ti, te estoy extrañando, no sé que hice, ni que voy a hacer para olvidarte, escríbeme, quiero saber de ti, cuídate Luis. Belén respondió emocionada: hola niño, te cuento que en Alemania me fue buenísimo, ahora estoy en Lisboa porque perdí el avión, mañana me voy a Oporto y de ahí a Caracas me alegro que estés bien yo tampoco se que hice, pero bueno, nos seguiremos escribiendo estudia, pórtate bien, un beso Belén. A las tres de la mañana, llego el taxi que recogió a Belén del hotel y la llevo al aeropuerto de Lisboa rumbo a Oporto y de Oporto a Caracas. Llego a las cinco de la tarde a Maiquetía. Su hijo Omar la estaba esperando. De nuevo estaba en su país después de un largo e intenso mes. Tenía que ubicarse en su realidad; sobre todo comenzar a trabajar. Estuvo en contacto con Luis todos los días; se escribían, a veces hablaban por teléfono, también se conectaban Messenger y se veían por las cámaras. La ilusión estaba viva, porque tenían la llama encendida. Luis moría de ganas por ver a Belén: quería ir a Venezuela, pero no podía faltar a la universidad. Le propuso a Belen, que fuera a Guayaquil. A ella le pareció algo descabellado pero no descarto la posibilidad -. Trabajaba en bienes raíces; tenía varios negocios en puerta y Eureka vendió una casa y obtuvo el dinero suficiente para ir a Guayaquil. Acepto la invitación de su amiga Nita que tenia años pidiéndole que la visitara. Compro un pasaje por un mes y aprovecho para llevar un cuadro de un pintor ecuatoriano que le había regalado su tía Rosita-. Quería venderlo, no tanto por el dinero, sino porque deseaba que el cuadro estuviera en su lugar de origen, de repente con un familiar o en un museo para que lo exhibieran porque en su casa a nadie le gustaba. Era un nocturno de una calle de Quito que se llama la Ronda. Con el nocturno de compañía, se embarco en una nueva aventura rumbo a Guayaquil. Nita la estaba esperando en el aeropuerto; hacia cinco años que no se veían. El encuentro fue muy emotivo se dirigieron a la casa de Nita que vivía en un apartamento frente al malecón con vista al río Guayas. Había preparado un pavo al horno y ensaladas variadas. La cena estuvo muy rica: cenaron a la luz de las velas, tomaron vino, bailaron, cantaron y vieron el amanecer desde el balcón. Luis llamo por teléfono y le dio la bienvenida a Belén. Quedaron en verse al siguiente día. Pero las cosas no se vislumbran bien. Luis tenía una novia y pasaban horas junto; ya no estaba solo como en Barcelona. Por su parte Belén estaba con Nita e hicieron planes para ir a un sitio turístico que se llama Montañita que está a dos horas de Guayaquil, cerca de una ciudad que se llama Olón: donde está el santuario de la Virgen que lloro sangre-. Se alojaron, en una cabaña frente al mar. Montanita está ubicada, en una ensenada, rodeada por cerros y vegetación al pie del mar; tiene un estilo rustico a base de caña y paja. Es el único lugar del Ecuador donde las calles tienen olor a marihuana. Todos los años se realizan campeonatos de surf. -. Luis había llamado muchas veces mientras Belen estuvo en montañita, le dejó varios mensajes con la empleada de Nita. Belén lo llamo al llegar, pero noto en su voz algo de angustia y molestia a la vez; le reprochó el tiempo que habían perdido y le dijo que la esperaba en su casa, que su familia se había ido de vacaciones a Manabí (una ciudad de Ecuador que queda en la costa) que su novia se había ido con ellos y que él se iba la semana siguiente-. Pero a Belén no le gustó la idea. Nita preparo un viaje a la playa, para ir donde un primo, que tenía una casa de veraneo que queda en Puerto Barandu, de Guayaquil. El domingo por la noche cuando regresaron: Belén se conecto en el MSN y Luis estaba en línea y le volvió a decir que la estaba esperando; pero Belén prefirió dar un paseo por el malecón y tomar un yogurt Persa-. Belén y Nita pasaban los días, paseando por los centros comerciales y conociendo la ciudad de Guayaquil, bien llamada la perla del pacifico -. Belén tenia una química muy especial con esa ciudad, hasta pensó en la posibilidad de quedarse a vivir allí. Llego el viernes y desde que amaneció Luis empezó a llamar a Belén para decirle que la estaba esperando. Estuvieron todo el día, el que sí, ella que no; hasta que llego la noche y Belén dijo que si, porque estaba pasando el tiempo y tenía que irse a Quito y a Cuencas, y si seguía así, no lo iba a ver. Al llegar, Luis la estaba esperando en la puerta de la casa. Pero se encontró con un Luis distinto ya no tenía mechitas en el cabello, tampoco su zarcillo de oro; por el contrario, llevaba el cabello rapado, no se parecía en nada al de Barcelona. Belén le preguntó por el nuevo look y él le contó: que al llegar a Guayaquil, su mamá le dijo que eso no era de hombres, que, pensara en lo que iba a decir la familia y los amigos cuando lo vieran., Y que él para no contradecirla, la había complacido. Pero el cambio, solo había sido físico, porque a penas Luis pasó las manos por las piernas de Belén, la pasión y la lujuria se apoderaron de sus cuerpos con más intensidad. Al llegar la madrugada Belén tomó la decisión de irse, Luis se puso triste porque quería que se quedara con el varios días-. Ese fue el último encuentro de ese corto pero intenso amor-. Si la despedida en Barcelona había dejado huellas, esta de Guayaquil dejó una herida que quedo abierta en la vida de Belén-. Lo ultimo que Luis le dijo fue: hay una canción que quiero que escuches; ahí esta englobado todo lo que siento por ti -.Es de Alejandro Sanz, el cantante español, la canción se llama pisando fuerte-. En una de las estrofas dice: es tan bonito eso de soñar y tan violenta la verdad, ya no puedo más-. y otra dice: son tan fuertes tus miradas, elegantes y estudiadas yo soy solo un adolescente, pero entrare en tu mente, pisando fuerte pisando fuerte……. Belén se fue a Quito en autobús, el viaje duro nueve horas y mientras observaba el paisaje pensaba y reflexionaba, en soliloquio decía: si todos los hombres fueran como Luis no habría necesidad de buscar tanto y nosotras las mujeres seriamos más felices, pero como nada es perfecto, Luis tiene algo en su contra y es que el también es infiel.
CELESTE BELLO